Marchas, una posibilidad

Las ideologías y los partidos están en crisis al igual que los modelos sociales clásicos impuestos.

Por Ramiro Guzmán Arteaga

La marcha por la paz dejó claro que ‘Colombia es un país con un magma social en ebullición’  y que, independiente de los partidos políticos, de las ideologías y análisis sesudos, la base ciudadana, el pueblo, exige y requiere un cambio de sistema.

Las ideologías y los partidos están en crisis al igual que los modelos sociales clásicos impuestos. Pero ¿dónde está el modelo que se requiere?  ¿capitalismo? ¿neoliberalismo? ¿socialismo? ¿socialismo del siglo XXI?  Son modelos sobre los que la sociedad no se pone de acuerdo. Sin embargo, las marchas que se han dado en el país demuestran que éstas son el mejor instrumento para generar cambios sociales y mentales; y esa es, al  fin de cuentas, la verdadera democracia participativa en un país social de derechos. Lo demostró también la marcha de estudiantes de universidades públicas y privadas, que revocó la intención del Gobierno de imponer una reforma educativa inconsulta y nefasta.

La base ciudadana del país exige urgentes cambios sin color político; el país, el pueblo, requiere de una mejor distribución de la tierra; el país, el pueblo, requiere que se protejan nuestra biodiversidad;el país, el pueblo, requiere que los pobres tengan mayor acceso a la educación; el país, el pueblo, exige mayor y mejor atención en salud; el país, el pueblo, exige que en nuestras selvas no se maten soldados y guerrilleros.

Por eso se necesitan marchas pacíficas sin intereses de partidos, sin líderes impositivos ni patriarcales, ni de un solo líder, porque, entre otras, a los líderes solitarios los matan, como mataron recientemente en Valencia a Ever Cordero Oviedo. Se requieren acciones colectivas en calles y plazas. Que la gente exija sus derechos, y la paz es uno de ellos.

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