El pringue llega con la lluvia

Una cosa es el agua lluvia y otra la de las calles.

Espero que con el inicio de las lluvias, conductores de vehículos tanto privados como públicos e incluidas las motos, no salpiquen o pringuen a las personas que esperan pasar la calle, como ocurre todos los años. Es una falta de respeto con los demás y también un atrevimiento darse de chistoso mojando a los peatones. Y para  después burlarnos al verlos mojados y sucios por las mugrientas aguas arrojadas a las calles, y huir como cobardes al considerar esto una gracia cuando es en realidad una fechoría. Les recuerdo la sentencia bíblica: “no  hagas a otro lo que no quieres que hagan contigo”.


Esto es agredir a las personas, así ustedes no lo crean pero es muy cierto, eso es falta de educación, cultura y  respeto hacia los demás. Todos tenemos que progresar en este aspecto, abramos los ojos de  la mente y del corazón comenzando actuar correctamente,  si después de lo anterior alguien les tira o arroja algo contra el vehículo que se uso para bañarlos, no les de ira, rabia o furia porque les dañaron su carro, bus, moto o taxi e incluso al mismo conductor.
Piensen en actuar correctamente para evitar respuestas violentas o denuncias por sus actos ni graciosos ni chistosos. Más bien disminuyan la velocidad, para evitar problemas personales y sociales no ensuciando a los demás con estas aguas sucias de las calles. Es muy diferente el agua lluvia que no ensucia a las acumuladas en las calles.

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