Los países hermanos de Brasil, Bolivia y probablemente Uruguay, continuarán sus procesos de cambio pacífico hacia una sociedad más humana, más participativa y menos excluyente, según lo han expresado sus respectivos presidentes Dilma Rousseff, Evo Morales y el médico Tabaré Vásquez, quien venció en la primera vuelta pero aún le resta enfrentar la segunda a fines de noviembre. Vásquez ya fue presidente y sometió de nuevo su nombre exitosamente a la consideración de los electores.
En América del Sur, Ecuador también ratificó al presidente Rafael Correa, quien ha trabajado en la transformación del Ecuador, la reivindicación del indígena, mayores recursos para la educación y el rescate de la soberanía.
En Venezuela, el presidente socialista Nicolás Maduro, enfrenta arremetidas de una ultraderecha poderosa y radical que ha hecho sacudir por momentos la estabilidad económica del país, después de los grandes avances logrados por el fallecido Hugo Chávez Frías.
En Chile, la médica socialista Michelle Bachelet, ha vuelto a la presidencia y tiene un ambicioso plan de gobierno en favor de las comunidades más pobres de su país.
Entretanto, el segundo mandato de la progresista Cristina Fernández de Kirchner, en Argentina, culmina el año entrante y aín no se vislumbran los nuevos candidatos. En este mosaico sólo Colombia, Perú y Paraguay son regentados por gobiernos de corte democrático tradicional donde las fuerzas políticas y económicas tienen mucho poder y no desean cambios que eventualmente puedan afectar sus intereses.