La corrupción retoza y está a punto de producir metástasis.
Zaragoza.-Es obligación nuestra ser constantes guardianes de lo bueno. Ser revisores de día y de noche confiando en las instituciones legalmente establecidas, haciendo seguimiento a todas las actividades oscuras. Censurar y denunciar todo lo que tenga olor a descompuesto. Esto es conservar valores.
No puedo convertirme en censor de los actuales burgomaestres de nuestra región. La gente que votó por ellos les sigue teniendo confianza; pero hay que respetar a sus críticos y opositores. Este año es de elección de alcaldes y concejales y es justo alertar que se debe escoger lo mejor de lo mejor.
El adjetivo ladrón está completamente desfigurado, no solamente es el que atraca y roba a mano armada, también lo es ese que saca provecho de la desigualdad intelectual ante otros para hacer detrimento en patrimonio ajeno. También es ladrón el políticos clientelista que defrauda a su región y a sus electores.
Comprometámonos en crear un entorno positivo para que se construya la ética. Que las cosas siempre se logren con honestidad y no esperando, como hoy sucede, el lucro o beneficio personal por encima de la moral y los principios. Está pues en la cabeza de todos los ciudadanos de bien recuperar peldaños de moralidad en momentos en que la corrupción retoza y su acción está a punto de provocar metástasis en instituciones de gran fortaleza.
Los alcaldes actuales han depositado la ejecución de obras muy importantes a las EPM, empresa pionera de Antioquia en buenos manejos y honestidad. Buena esa, aunque algunos acueductos marchan a ritmo de morrocoy…
Felicito al amigo José Arabia, por su reconocimiento como el mejor alcalde del Bajo Cauca. No podemos dudar de las buenas ejecuciones de los restantes de Zaragoza, Tarazá, El Bagre, Cáceres y Nechí. Tal vez, los encuestadores no supieron llegar a nuestros pueblos por los malas vías de comunicación. Los buenos funcionarios deben cumplir sus postulados hasta el final y no dejarse llevar por la ambición, renunciando para hacerse a otro cargo, traicionando a sus electores . Y como punto de regocijo, tengo que registrar la paz y la alegría de la muchachada zaragozana, con su torneo de fútbol, la danza del “pájaro sí” por las calles, dándole la bienvenida al nuevo año: “Hay pájaro si, / hay pájaro no, /vino la muerte, / y se lo llevó”.