![Las corralejas no aportan nada a la cultura, por más que se quiera insistirse en elloo, sino dolor y muerte.](https://periodicotierracaliente.com.co/wp-content/uploads/2015/03/ccoo-300x199.jpg)
Las prohibiciones decretadas en plazas tan tradicionales como Cereté, podrían convertirse en toque de campanas para unas fiestas que siempre han tenido opositores al considerarlas bárbaras, salvajes y remedos de feudalismo.
Cereté, Córdoba.-Las corralejas en San Carlos, Córdoba, -realizadas hace varias semanas- dejaron un monteriano muerto de 40 años, Miguel Antonio Gómez Suárez, víctima de una brutal cornada que le propinó un toro supuestamente de la ganadería La Marcelina, de Jaime Aruachán. También dos heridos: Juan Carlos Vergara y Armando Enrique Avilés, uno de gravedad que requirió intervención quirúrgica en un centro médico de urgencias. Según algunos capoteros y manteros, eran unos honorables desconocidos que solo buscaban agradar, generar emociones y ganarse 200 y hasta 300 mil pesos en cada fiesta de manos del ganadero dueño de los toros.
Por eso estos hombres, con el trajinar del tiempo, exhiben muchas cicatrices.
Durante la temporada de corralejas, éstas terminan en un municipio y empiezan luego en otro. Con su iniciación vuelven las lágrimas, la tristeza y el luto para gente humilde de pueblos, corregimientos y veredas.
Muerte y dolor
Las directas víctimas son jornaleros y padres de familia cuyos hogares quedan desamparados. Cuando se habla de corralejas, las gentes encienden la polémica y dicen que hay que acabar tan bárbaras costumbres. Sinembargo, al sonar la banda, todo cambia y la gente camina rauda hacia la plaza sin pensarlo dos veces.
Les deja platica
A los dueños de toros bravos se les paga por cada día de presentación entre 30 y 40 millones de pesos. Ni organizadores ni ganaderos responden por los muertos y heridos que ocurran, aunque sean banderilleros, picadores o manteros. Por eso, en casa, alguien de la familia prende una vela y reza para que sus parientes no ingresen a la «plaza de la muerte» y si lo hacen, no corran con la peor parte.
En partes íntimas
Luis José Nobles, de 22 años, sufrió una lesión en sus genitales y la próstata durante una tarde infortunada en San Pelayo, de donde es oriundo. Así lo reportó una fuente médica de la sala de urgencias del hospital San Diego de Cereté , donde fue llevado inicialmente. Empero, los médicos dijeron que no arriesgó el órgano reproductor”.
¡Que las prohíban!
Francisco Padilla Petro, alcalde de Cereté insistió en la necesidad de prohibir o reglamentar este tipo de festividades. “Hoy está llorando una madre y los hijos a su padre al quedar huérfanos; las corralejas son peor que un circo romano, es un honor a la muerte, allí ocurrió un homicidio y debe haber un culpable”, dijo el mandatario local. Añadió que los organizadores de las corralejas, deberían disponer de un seguro para garantizar servicios médicos y funerarios. “Nos hacen una corraleja en un municipio vecino y los muertos y los heridos son de Cereté. Esto hay que legislarlo, esto no es ni arte ni cultura, esto es muerte” recalcó.
Cereté realizaba sus fiestas de corralejas muy reconocidas en la región cada año. Asistían entre ocho y diez mil personas, según cálculos modestos. Padilla Petro las prohibió y por cuarto año consecutivo, no autorizó dicho evento, sentando un precedente de autoridad que unos rechazaron y otros aplaudieron. Reconoce que él también iba a las fiestas y además disfrutaba, hasta que un día varios amigos suyos, ebrios, entraron a la plaza y pagaron con sus vidas su locura.