Zaragoza tiene un largo listado con el nombre de sus hijos que tiñeron de rojo las aguas de sus ríos y quebradas.
En el reciente encuentro de medios alternativos, acompañado del dinámico equipo de TIERRA CALIENTE integrado por el director emerito Rafael Cervantes Bossio y el super equipero Danilo Rodríguez, tuvimos la oportunidad de escuchar al gran periodista Alberto Salcedo Ramos, quien nos soltó esta perla de datos sobre las tragedias deportivas: “Cuando la selección Colombia goleo 5-0 a la Argentina murieron 76 personas en los festejos. Cuando perdió ante Estados Unidos fue asesinado el futbolista nuestro que cometió el autogol. Cuando Colombia debutó con triunfo ante Grecia en el Mundial 2014, hubo 9 muertos, 15 heridos y 3.200 riñas.
La ocurrencia de 14.294 crímenes en un año, es tanto como cometer 39.1 homicidios diariamente, o acribillar cada día a 40 personas reunidas en un salón comunitario.
Los zaragozanos se han distinguido por su espíritu alegre y acogedor, pero se sobrecogen ante la muerte de los paisanos, causadas por guerrilla, paramilitares o de un machetero, proveniente del sur del país. Alguien clasificaba estas matanzas como goleadas: “Los elenos cuatro policías en Zaragoza, las Farc nueve policías en El Bagre, las goleadas de los paracos, superan los anotados por Maradona, Pelé, Ronaldo, Messi, dejando angustia y dolor a muchas familias de los pueblos de esta cálida región.
Zaragoza tiene un largo listado con el nombre de sus hijos que tiñeron de rojo las aguas de sus ríos y quebradas. Ya nadie los llora y la impunidad agobia, nadie se atreve a darnos esa lista dolorosa, sus autores no son anónimos. “Los asesinos no son de aquí y carecen de sentido de pertenecía pero si los vimos desfilar escoltados a los despachos públicos y, al extremo de arrodillarse ante nuestro Cristo Milagroso”. Yo pregunto: ¿Quién los acogió?
“Patrón”, era el saludo que le daban algunos funcionarios de la época al temible “Macaco”.