La soledad como una costumbre humana, temática propia del Premio Nobel de Literatura de 1982, Gabriel García Márquez, funciona como el puente que une a dos personajes , en el cuento Avión de la bella durmiente, del libro Doce Cuentos Peregrinos. Un ejecutivo de edad madura que se deslumbra ante la belleza de una joven que ve por primera vez por casualidad y la ultima por una coincidencia.
Una exagerada nevada; la más grande del siglo que provoca el retraso de nueve horas de un vuelo desde Paris a New York. El trabajador se encuentra estancado por culpa del fenómeno natural que es el segundo elemento regalado por el autor para jugar con la suerte y conciencia de los personajes. El hombre, su conciencia toma el hilo conductor de la historia y regala protagonismo a la joven durmiente envolviéndola en una serie de pensamientos pasionales. El acercamiento físico de la bella y el hombre senil es el juego de una ruptura, la elección de un numero par, viene siendo un punto congruente entre el reconcomiendo de la situación de ambos personajes donde el autor seduce la capacidad interpretativa del lector haciendo del monologo interior un recurso para hablar como la belleza y vitalidad física son el precio a pagar por llegar tener a cierta edad que te hace reflexionar acerca del mundo igualmente el desgaste físico es el precio que se da por la lucha de una estabilidad .
El escrito literario es una demostración de costumbres humanas de manera inherente a la edad. Vemos que al principio del cuento una anciana holandesa discute el precio de sus maletas con una empleada del aeropuerto con una persistencia duradera. Este personaje recae igualmente en el fenómeno de la soledad, el alejamiento físico familiar vividas en las naciones desarrolladas.