Sueños ahogados en mermelada

Becas y auxilios del Icetex rodaron por el corrupto mercado bursátil electorero y promesero de siempre.

Montería.-Muchos jóvenes colombianos que tenían fundadas sus esperanzas en unos auxilios educativos o becas condonables que otorga el Icetex a través de proyectos pedagógicos que presentan los aspirantes, avalados por asociaciones de afrodescendientes o de indígenas, vieron truncados sus anhelos de comenzar o seguir sus estudios universitarios debido a la nefasta y fétida politiquería.
El proceso marchaba bien, hicieron su inscripción de proyectos con los demás requisitos ante dichas asociaciones, que son quienes tienen la facultad de avalarlos ante el Icetex, se presentaron y fueron enviados al ente gubernamental a mediados de 2014.
Pero lo que los desventurados estudiantes jamás imaginaron era que al coincidir este proceso con las elecciones presidenciales del año pasado, esto fue aprovechado por los políticos y politiqueros, en su mayoría del partido de gobierno, quienes al ver amenazada la reelección del presidente, ofrecieron el oro y el moro para lograr su cometido: Fue entonces cuando las becas y auxilios del Icetex rodaron por el corrupto mercado bursátil electorero y promesero de siempre. Por la desmedida demanda de auxilios, el proceso colapsó a finales de año, dejando en ascuas a los que ya tenían aprobado este beneficio, a los que aspiraron previamente con todos los requisitos y a los que fueron engañados vilmente por estos inescrupulosos personajes.
Estos jóvenes y sus familias, casi todos de estrato bajo, solventaron sus gastos universitarios del segundo semestre del 2014, esperando a finales de año esta ayuda del Estado para sufragar sus deudas educativas con bancos y prestamistas, para poder continuar este año sus carreras universitarias.
Pero la palabra “anulado” o “rechazado” en la página oficial del Icetex, que a inicios de este año publicó la información, dio al traste con las esperanzas de reponer sus deudas y poder continuar este semestre. ¿Aún se preguntan qué pasó? ¿qué oportunidades volverían a tener y ante quién podrían acudir para hacer valer sus derechos, si ellos habían cumplido todos los requisitos del proceso? Y allí quedaron, ahogados en esa mermelada maléfica de moda, los sueños de cientos de muchachos de bajos recursos, que sin tener la culpa ni entenderlo aún del todo, permanecen hoy frustrados sin poder continuar con sus estudios.

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