Falsa y mentirosa, la comercialización de energía para atender comunidades pobres de la Costa Atlántica.
Montería.- Las empresas y los gobiernos que miran desbocadamente hacia el neoliberalismo se preocupan estratégicamente en forma perversa por darse a conocer a través de nombres que no corresponden a la realidad de lo que hacen, es decir, la misión y el nombre que adoptan no son coherentes con la función social que dicen cumplir.
Es el caso de la “Empresa de Energía Social”, que se ufana de explicar que es la única empresa colombiana que comercializa la energía exclusivamente para atender a las comunidades de barrios pobres de departamentos de la Costa Atlántica mediante la venta de energía barata.
Nada más falso y mentiroso. La Empresa de Energía Social, que también es de la multinacional española Fenosa, distribuidora de energía a través de su filial Electricaribe, factura el kilovatio hora más caro a los barrios subnormales que como lo factura Electricaribe a un usuario normal.
Por ejemplo, a diciembre del 2013 Electricaribe facturaba al estrato uno $330 por kilovatio hora, mientras que Energía Social lo facturaba a $358. Además, el gobierno le da un subsidio a través del Fondo de Energía Social, al igual que también premia a Electricaribe con subsidio para los estratos 1, 2 y 3. Otra perla: en mayo pasado el gobierno autorizó a Electricaribe un alza de $29 en el costo de comercialización.Ese aumento, aparentemente insignificante, le representó a Electricaribe la bicoca de al menos un millón de dólares de recaudo durante junio pasado. Es cierto que los usuarios deben a Electricaribe, pero la empresa utiliza esa deuda como pretexto para que el gobierno le haga los mandados y los desembolsos. Eso es el colmo del cinismo.