¿Qué nos ganamos si sigue la guerra con el ELN, con las Bacrim y con la delincuencia común en el campo y en casi todos los barrios de los municipios de Colombia?
¿Hasta cuándo el presidente Juan Manuel Santos seguirá convencido de que muy pronto llegara la paz?
Está muy lejos de convertirse esto en realidad. Da rabia observar cómo llegan todos los días a la mesa de negociaciones de La Habana, los guerrilleros en buenos carros, bien vestidos y con cara de ganadores, después de haber descansado en buenas habitaciones y con la mejor alimentación, para luego dar órdenes a sus subalternos en Colombia para seguir asesinando y dañando el medio ambiente.
Es hora, señor presidente, de parar esta buena vida de los guerrilleros en La Habana. Y a propósito ¿quién paga los gastos? ¿Cuántos miles de millones han costado en más de dos años y medio las inciertas negociaciones? Los colombianos buenos, que somos más, tenemos derecho a saber si esos gastos salen de nuestros bolsillos.
Ojalá se publicara en detalle la relación de esos gastos pues es muy del caso que las Farc cancelen la mitad , ya que son el cartel narcoterrorista más rico del mundo. Además ¿cuántos miles de millones tendrán en caletas enterradas en los montes de nuestro territorio?
Presidente Santos, usted quiere la paz. Yo quiero la paz y todos queremos la paz firmada con las Farc antes de que se acabe este año. Pero, ¿qué nos ganamos si sigue la guerra con el ELN, con las Bacrim y con la delincuencia común en el campo y en casi todos los barrios de los municipios de Colombia?