Luego vinieron la pluma acerada de tintero de cristal y tintas de variados colores, la pluma fuente, el estilógrafo y el bolígrafo.
Zaragoza.- Entre tantos recuerdos que llegan a mi mente, de cosas y casos de ese pueblo, bañado por tres aguas: El inmenso Nechí y sus límpidas quebradas de otra época, rememoro a mí primer maestro, don Ángel Cardona, que sostenía que «la letra con sangre entra». En Zaragoza nací y aquí transcurrió mi niñez, mi adolescencia y los mejores días de la mayor edad.En la tienda de mi padre, donde se vendía desde un Mejoral hasta papel sellado, sobres y lápices, adquirí y compartí muchos conocimientos, entre otros, la utilización de la pluma de la gallina para untar el yodo y el mercurio en las dolorosas heridas y raspaduras de las caídas. Tambiénse usaban para curar las peladuras al ganado y a las bestias, dando aplicaciones de Canime y Veterina. En nuestro Pajarosí “vino la muerte y se lo llevó” el pájaro iba regando plumas por las calles al tan-tan de la tambora. La danza de Las Indias, con turbante de plumas giraban alrededor de un tronco, tejiendo una cinta de lindos colores, para espantar los zancudos.“El baile de la pluma” era una de esas danzas, entre cómica y vulgar de los riberanos del Cauca y del Nechí, prohibida para menores. Los ungüentos y menjurjes calientes preparados con ceniza de tabaco y café, se aplicaban suavemente para no lastimar al paciente. Los brujos, brujas y rezanderos, esparcían residuos de plumas chamuscadas por todo el cuerpo desnudo a los “enyerbados”; de estas historias sabe más que yo, el intelectual amigo Juan de Dios Yalí y Rico. La pluma de alta nobleza era la que utilizaba en la antigüedad para escribir pergaminos, escrituras, asientos notariales y los viejos maestros de escuela, escritos con hermosa elegancia e inigualable estilo. Estas plumas eran de pavo,avestruz, faisanes, cisnes y, también, de la humilde gallina. Luego vinieron la pluma acerada de tintero de cristal y tintas de variados colores, la pluma fuente, el estilógrafo y el bolígrafo. Lástima que ya no se escriba a mano,ni se lea en voz alta.
Todo ha cambiado: mi “pluma” de hoy es el bendito teclado del computador.