Pasos de paz

La administración uribista, lo único que logró fue aumentar la profunda división que vive la sociedad colombiana.

La sabia y prudente decisión del presidente Santos, expresada en los términos de suspender nuevamente los bombardeos aéreos contra campamentos de las Farc, fue recibida con alegría y esperanza por centenares de colombianos, amantes de la paz y la solución pacífica del conflicto armado que padecemos desde el siglo pasado. Decisión tomada en el contexto de una mesa de negociación que, para lograr mayores avances en un momento determinado requiere de estímulos, o respuestas a acciones de la contraparte que permitan mantener el ritmo y/o motivación de las conversaciones, dándole cumplimiento a acuerdos anteriores de ir desescalando el conflicto, como bien lo dijo el Presidente: “¿Eso qué significa? Menos muertes, menos sufrimiento, menos víctimas”.


Con esta decisión Santos ha enviado un mensaje claro a los sectores guerreristas que reiteradamente reclaman el uso de la fuerza despiadada para lograr las victorias pírricas como las de la pasada administración uribista, y que lo único que lograron fue aumentar la profunda división que vive la sociedad colombiana. También es un mensaje para ratificar su profunda vocación de paz que las Farc no dudaron en calificar como “una buena noticia para la paz”.
Debemos reconocer y exaltar estos pasos positivos que se vienen adelantando y que buscan destrabar y agilizar la mesa de negociaciones para lograr acuerdos de verdadero contenido político que acerquen a la firma al cese al fuego bilateral y definitivo. Debemos redoblar los trabajos y esfuerzos en beneficio acerquen a la firma al cese al fuego bilateral y definitivo. Debemos redoblar los trabajos y esfuerzos en beneficio de seguir construyendo espacios de paz y diálogos al interior de nuestra sociedad. La consigna debe ser: persistir en la búsqueda, avanzar en todo lo que permita firmar pronto en La Habana, el fin de la guerra y la violencia en la vida social y política de los colombianos. En este campo es un deber resaltar los esfuerzos de organizaciones de la sociedad civil que junto a las Comisiones de Paz de Senado y Cámara llevaron a cabo el Encuentro Nacional de Paz, a fines de julio y que contó con una masiva presencia de mujeres y hombres venidos de las regiones más conflictivas de Colombia. Del poder legislativo, los congresistas Horacio Serpa Uribe, Iván Cepeda, Alberto Castilla, Claudia López, Antonio Navarro, Luis Fernando Velasco, Roy Barreras, Ángela Robledo, Alirio Uribe, Inti Raúl Asprilla, Clara Rojas y la ex senadora Piedad Córdoba, entre otros.
De la sociedad civil, el Comité de Impulso y Acompañamiento al Consejo Nacional de Paz, el Comité Permanente por la Defensa de los DD.HH., Pastoral Social, Frente Amplio por la Paz, Clamor Social por la Paz, Cumbre Agraria; Étnica, Campesina y Popular; Unión Sindical Obrera, Cinep, Sociedad Civil por la Paz, Marcha Patriótica, Viva la Ciudadanía, Codhes, Onic, Fundación Nuevo Arco Iris, entre otras. El documento central fue titulado La paz es ahora, hace un llamado en estos términos: “Nos convocamos a encender una llama por la paz en los espacios y manifestaciones públicas y a promover los símbolos y cantos que expresan la voz de Colombia unida por la paz. Nos comprometemos a promover el apoyo al actual proceso de paz en todos los programas y acciones en respaldo a las actuales conversaciones y exploraciones, con la exigencia de parar la guerra y no hacer pausa hasta que se firmen los acuerdos definitivos de terminación del conflicto y construcción de paz estable y duradera”.
Este es un importante ejemplo de cómo persistir en los esfuerzos para apoyar el logro de la paz.
El añorado, ansiado y esperado fin del conflicto, que sin duda, redundará en un mejoramiento en nuestras vidas. (Condensado de Caja de Herramientas)

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