Las Farc deben estar felices por las gabelas que les está concediendo el gobierno colombiano.
Por lo visto, este no va a ser el año en que el presidente Juan Manuel Santos gane el premio Nobel de Paz.
La paz sólo se daría a partir del 23 de marzo del año entrante, si las Farc cumplen lo prometido en el acuerdo suscrito conjuntamente con el primer mandatario el pasado 23 de septiembre en la Habana. El anhelado Premio Nobel se lo ganaría en el 2016. Y sí que se lo merece si las cosas le salen como las tiene proyectadas, pues a simple vista y a pesar del escepticismo de muchos, tiene el apoyo de la mayoría de los políticos colombianos y de un gran número de gobernantes extranjeros que lo han felicitado, por el acuerdo logrado con la guerrilla de las Farc-Ep.
Las Farc deben estar felices por las gabelas que les está concediendo el gobierno colombiano. Eso de que solo pagarán los más sanguinarios guerrilleros, penas de 5 a 8 años de prisión en trabajos comunitarios, los debe tener brincando de alegría, así como el hecho de que van a tener su partido político que los llevará a ocupar cargos de alcaldes, concejales, diputados, gobernadores, senadores y hasta la presidencia de la república.
Pero pasa que hay muchos lunares en el acuerdo firmado que podrían malograr su llegada a feliz término, sobre todo esos seis meses, en los que en el acontecer diario, pueden ocurrir hechos violentos, en los que se vean involucrados miembros de los bandos en conflicto, con lo que se estaría dando el dicho popular de que “música pagada por adelantado, no suena”.
¿Será que en esos seis meses las Farc sueltan a todos los secuestrados y revelan dónde están enterrados los que mataron o murieron mientras estuvieron en su poder? ¿Desmovilizarán a los menores que tienen en sus filas? ¿Dejarán de sembrar más minas antipersonas? ¿Dejarán de fustigar a la Policía que cuida pueblos? ¿Dejarán de sembrar matas de coca y desmontarán los laboratorios de producción de cocaína? ¿Demovilizarán las células terroristas urbanas? ¿Finalizarán las extorsiones contra civiles? De no ser así, evidentemente no se podrá firmar ningún acuerdo de paz el 23 de marzo próximo.
Pero como el presidente Santos está seguro de que los narcoterroristas de las Farc dejarán de serlo, entonces le cumplirán lo acordado y llegará la paz utópica.