Está tan ensimismado el presidente Santos en firmar el acuerdo de paz el 23 de marzo, que no se ha dado cuenta del daño que le hace a la patria la firma de dicho acuerdo. Lo está haciendo precisamente para ganar puntos que lo lleven a ser nominado para el próximo premio Nobel de la Paz, el que espera ganar y lo peor, lo ganaría con Timochenko con quien firma la paz.
Esas ansias de paz lo han llevado a realizar estrategias que lo catapulten a finalizar exitosamente los diálogos de paz con los guerrilleros de las Farc en la Habana.
He aquí esas estrategias:
1). Para lograr la reelección después de haber perdido en la 1ra, vuelta, se alió con Petro, no desalojándolo de la alcaldía de Bogotá, para que sus seguidores votaran por él, en la 2da. vuelta y así logró su cometido.
2). Logró que con un proyecto de ley en el Congreso, solo 4.4 millones de votos por el sí en el plebiscito, los colombianos refrendarían la legalidad de los acuerdos de paz en la Habana, cuando realmente y de acuerdo con la Constitución, necesitaría un poco más de 16.8 millones de votos. Le pidió al Congreso que lo aprobaran con urgencia para sancionarlo y así entrar en vigor antes del 23 de marzo.
3). Lo insólito: Autorizar hace menos de un mes, que Iván Márquez y los altos mandos de las Farc en la Habana se desplazaran a La Guajira a hacer proselitismo político armando en el Conejo, con lo que está evidenciando que las Farc tiene la firme convicción de que la firma de la paz es un hecho y por lo tanto ya tienen derecho a buscar el apoyo del pueblo para obtener curules en el Congreso, asambleas, concejos y alcaldías. A Santos no le gustó esto; tampoco le gustó la masacre de 11 soldados dormidos en el corregimiento Timba, Buenos Aires, Cauca y no le han gustado muchos otros actos hostiles de la guerrilla a los civiles y al medio ambiente, que bien serían motivos para acabar los diálogos de paz; simplemente con otros diálogos ¿quién sabe con quién? estos impases se han superado para coronar la anhelada paz, que ya está muy cerquita.
4). Autorizar la venta de Isagen: Solamente Santos y la alta burocracia oficial, están de acuerdo en la venta de esta compañía que genera utilidades superiores a $500 mil millones. Para la inmensa mayoría de colombianos es una medida desesperada para cumplir los compromisos del gobierno de Santos, lo que podría generar riesgos a las finanzas públicas del país.
Lo que es muy evidente es que Santos va a necesitar mucha de esta plata para sustentar los inmensos gastos que se generan en el pos-conflicto, después de la firma de la paz. Esperemos que le alcance para que cumpla los compromisos con las autopistas de la prosperidad y que no se le olvide pagar a muchos hospitales que tienen paralizada la atención de pacientes por falta de recursos. Solo al hospital San Vicente de Paul de Medellín el Gobierno y las EPS le deben $324 mil millones.Presidente Santos, sin salud no hay paz.