CAUCASIA.- Para la campeona Dayana Julieth Cordero Herrnández, su familia ha sido su norte y después de una larga ausencia, volver a su patria chica, sentir el acompañamiento de su pueblo, fue un reencuentro con su más inmediata semejanza. Al término de una rueda de prensa en la Alcaldía a fines de febrero pasado, la joven pugilista dio rienda suelta a su alegría. Se apoyó en los hombros de sus dos grandes amores: de su mama Cecilia y de su esposo y manager Alex Rambal, y se colgó de ellos como si se tratara de una chiquilla disfrutando en una ciudad de hierro. Es que su juventud, sus sueños, su transparencia y su belleza, dan para todo.