«Me voy con baterías recargadas de afecto»

La compenetración de la pugilista Dayana Cordero, «la dama de acero», con su pueblo, fue inmensa durante su permanencia en Caucasia. En la gráfica se observa cuando es llevada en hombros el día de su llegada mientras la multitud delirante la aclama incesante.

Caucasia.- Si para Dayana Elizabeth Cordero Hernández, este retorno temporal a la patria chica fue un lenitivo que sirvió para borrar las horas difíciles sufridas en el exterior, para sus paisanos la presencia de la primera campeona mundial que exhiben, fue una especie de oasis para mitigar las malas noticias que semanalmente se suscitan en la región, relacionadas con el orden público, extorsiones, venganzas e intolerancia. Por eso al partir, no vaciló en reiterar a través de TIERRA CALIENTE que se iba a defender su título orbital con baterías recargadas de cariño y afectos, que tanto necesitaba y con el apoyo solidario de su madre Cecilia y sus hermanos, parientes y amigos más cercanos.
La boxeadora insistió en que todos aquellos que tengan sueños e ideales, no declinen ante el primer tropiezo. Porque caer para volverse a levantar no es caer. Se refería implícitamente a los desvelos y al duro trayecto que le tocó recorrer antes de lograr apoderarse del fajín mundial de la AMB.
La joven deportista regresó a Ciudad de Panamá cuatro días después de visitar a su familia. A más tardar la semana entrante se conocería la ciudad de Colombia donde adelantaría su primera defensa del título, aunque ya fueron descartadas en principio, Cartagena, Apartadó, Arboletes y Caucasia, pese a los deseos del gobernador de Antioquia, Luis Pérez, de apoyar su venida.

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