Caucasia.- Tuvieron que pasar 40 años para que al periodista Jorge Alvarez se le cumpliera un deseo vigente desde que tuvo uso de razón: le había pedido a Dios en todos los idiomas que le permitiera tener una parcela donde trabajar la tierra.
Jorge Alvarez resultó ser todo un «peso pesado» en materia de aprovechamiento de los espacios de su parcela de menos de media hectárea.Allí encontramos yuca, auyama, calabaza, berenjena, ají, pepino, arroz, plátano, achiote, naranja, limón mandarino,guayaba, mango, anón, papaya, piña y guanábana, entre otros. Como si fuera poco, tiene 30 pollitos para engorde y otros 40 vienen en camino; también instalará una cría de cerdos, otra de gallinas ponedoras y aspira a construir su casa y vivir allí para siempre distante del ruido urbano. Alvarez sostuvo que la «primera dama saliente, Andrea Chaverra, sugirió sembrar muchos frutales en cada parcela y aprovechar al máximo la tierra». Muchos lo han hecho y por eso en Caucasia habrá cada día más comida. Alvarez se halla en la edénica hacienda La Uribe, convertida luego en refugio de narcotraficantes y de paramilitares, declarada en extinción de dominio por la DNE, entregada después al Municipio y éste la dio en lotes en comodato a las 10 asociaciones de agricultores conformadas.
Alvarez, oriundo de Sampués, Sucre, es bachiller de Lorica, Córdoba, vivió en Purísima y lleva 30 años en Caucasia. Tiene tres hijos profesionales y durante cuatro lustros estuvo vinculado a diferentes medios de comunicación locales y regionales tanto en radio, como en televisión y prensa. Simultáneamente fue socorrista de la Defensa Civil durante 14 años. Hoy por hoy su dedicación completa está concentrada en su parcela. Si los demás parceleros se concientizan de la importancia de hacer producir sus lotes, Caucasia podría convertirse en un paraiso productor de mucha comida. Jorge Alvarez, el agricultor, lo sabe y ya empezó…