Otros detalles de la vida de la pugilista sinuana, Liliana Palmera. Deseó mucha suerte a su amiga Dayana Cordero en su primera defensa del título. El 11 de junio expone de nuevo su título.
Montería.- La campeona cordobesa de los pesos supergallos, Liliana Palmera, sostuvo que nunca le gustó pelear con nadie y que «no sé de donde nació mi afición por el boxeo pero aquí estoy».
A diferencia de su amiga caucasiana y campeona mundial del peso gallo, Dayana Cordero, ésta se trenzaba a golpes desde muy niña en la escuela con sus compañeritos durante los recreos sin que fuera catalogada, sin embargo, de buscapleitos.
Liliana Palmera, una humilde mujer de 31 años nacida en el corregimiento de Las Palomas, al sur de Montería, precisó que «en la escuela nunca peleé contra los compañeros. Talvez un par de veces nos agarramos del pelo; pero nada más».
La pugilista cordobesa tiene dos hijos, reside en Montería y convive con su esposo Wilman Contreras, ex agente de la Policía pensionado, al que considera un marido paciente porque a veces llega cansada del entrenamiento y él asume responsabilidades domésticas como buen compañero que es.
Liliana visitó en febrereo pasado a su amiga Dayana en Caucasia semanas después que ésta conquistara el título orbital en El Salvador.
La boxeadora cordobesa ha defendido con éxito en tres ocasiones su título y aspira a hacer otras cinco o seis peleas antes de retirarse. Con todo, esta joven mujer no tiene casa propia a pesar de sus logros alcanzados. Algunos medios de comunicación están adelantando una campaña para que el Municipio de Montería o el Departamento de Córdoba, le regalen una casa, que bien merecida la tiene. A esta campaña se ha unido el periódico TIERRA CALIENTE.
Liliana ha dicho que antes de saltar al profesionalismo debió permanecer más tiempo como aficionada, a partir del momento en que la descubrió Ceferino Sánchez. Por eso fue superada en nueve ocasiones disputando título mundial, antes de alcanzarlo y peleando en pesos que no eran el suyo. Una de sus victimarias fue la «Locomotora Olivera», argentina que ha peleado con muchas colombianas y a todas las ha derrotado. Liliana peleó en Brasil, Argentina, Panamá, Perú y Venezuela durante su largo periplo en busca del cinturón de campeona.
«Mi primera pelea fue en Panamá y me ayudó a concretarla un árbitro de Montería. Después firmé contrato con un señor de Barranquilla. Considero que eso fue un error muy grande, porque no contaba con apoyo, no me preparé bien ni me orientaron debidamente».
Liliana es probable que vuelva a Caucasia para alentar a su amiga Dayana, quien defenderá su título el 20 de mayo próximo. Sobre la camada de pugilistas que surgirán en el el Bajo Cauca, dijo: «Me han dicho que en Caucasia hay boxeadoras muy buenas. Pues les aconsejo que sigan adelante, con esmero y disciplina. Porque también pueden llegar a conquistar titulos orbitales». A propósito de títulos, Liliana Palmera expone el suyo por cuarta vez ante la mexicana Jesica González. El combate se cumplirá en Sahagún el 11 de junio para inaugurar un coliseo.