«En Colombia la prensa tiene a la gente sometida a una dictadura mediática impuesta por el sector privado que impide ver la verdad desde ambas fronteras».
Apropósito de una de mis columnas, en la que cuestioné el manejo parcializado que le ha dado la prensa colombiana al conflicto con Venezuela, me escribe desde Caracas el pastor evangélico Uriel Ramírez Benítez un Email en el que señala:
«Soy colombiano y vivo en Venezuela hace 23 años, cuando me vine respondiendo a una propuesta laboral. Hago parte de los 5 millones 600 mil colombianos que vivimos en este país sin que nos molesten y más bien nos hemos visto beneficiados en muchos de nuestros derechos humanos como son la salud, la educación y la vivienda, entre otros.
No es verdad que se estén deportando a todos los colombianos de Venezuela, se deportan a los indocumentados, paramilitares, contrabandistas y delincuentes, además es una medida soberana. Nos preguntamos: ¿Cuántos años de guerra lleva nuestra amada y sufrida Colombia? 60 años. ¿Por qué se vienen a vivir a Venezuela y se quedan? Por encontrar condiciones de vida favorable. Los que hoy en Colombia se rasgan las vestiduras y acusan a Venezuela se olvidan que esa es una verdad histórica e irrefutable. Es sorprendente que el alcalde de Cúcuta acuse a Venezuela por la escasez de alimentos y de gasolina en esa ciudad, cuando esa es una responsabilidad del Estado colombiano.
Ahora, mientras la mayoría de los países del continente tienen claro lo sucedido y, otros no tanto, en Colombia la prensa tiene a la gente sometida a una dictadura mediática impuesta por el sector privado que impide ver la verdad desde ambas fronteras. No explican que lo que está de fondo es la confrontación de dos modelos políticos: uno capitalista y otro que busca el camino hacia un socialismo democrático y humanista».