Hay que reiterar que el nuevo Estatuto del Consumidor es una de las herramientas más novedosas que tenemos los colombianos para nuestra defensa y protección.
Ser buen consumidor significa que debemos apropiarnos del nuevo Estatuto del Consumidor, ley 1480 de 2011, norma actualizada debido a los cambios del país durante los últimos 30 años. También por los nuevos lineamientos económicos y aperturistas establecidos en la Constitución de 1991, tendientes a promover la apertura de mercados, la competencia nacional e internacional y el surgimiento de empresas con tecnologías de punta. Se trata de una nueva realidad económica, con diversidad de productos y servicios de la más variada calidad y precios entre otros, toda vez que el consumidor es el eslabón más débil de la cadena. Por ello hay que reiterar que el nuevo Estatuto del Consumidor es una de las herramientas más novedosas que tenemos los colombianos para nuestra defensa y protección frente a pretensiones en muchos casos de empresas que intentan desconocer nuestros derechos. Esta norma precisa con claridad la protección contractual, acciones jurídicas, calidad, idoneidad y garantías en particular; el derecho a la seguridad e integridad, derecho a recibir información, protección contra la publicidad engañosa, elección y libertad de elección del consumidor, a la participación de representación, a la educación, igualdad y a una mejor relación de consumo, y en particular a la responsabilidad de los proveedores de los productos que ofrecen y a las garantías de los mismos. Es necesario hacer conciencia de la existencia de la obligación por parte del productor y el proveedor de una relación participativa con el cliente toda vez que hoy en día el juego consiste en cómo estar con un consumidor más inquieto, innovador y exigente.