MONTERÍA.- Desde hace varios años cuando se inauguró el puente de la Calle 41 sobre el río Sinú, este periódico dio cuenta del charco de agua que se formaba en este sitio, ubicado al pie de un CAI de la Policía y a un lado de una estación del Cuerpo de Bomberos en la margen izquierda del río Sinú. Tanto el contratista del puente, como el interventor y el alcalde de turno se dieron cuenta que por falta de buen drenaje se presentaba esta anomalía. Empero, asi la dejaron. Ahora está convertida en una piscina, que ofende el entorno de los bomberos, de los policías y de los conductores que hacen piruetas, en momentos de congestión vehicular, para sacarle el cuerpo al odioso hueco-charco-piscina. Ya se han presentado los primeros accidentes.