Para la gente más humilde, la paz no es sólo la firma de un acuerdo, sino que tiene mucho que ver con el acceso a la tierra, con una mayor inversión social y con mejorar sus condiciones de vida tras años y años de un absoluto abandono estatal.
Aunque se presentaron tropiezos de última hora con la victoria del NO, sigue siendo inminente el fin de medio siglo de violencia en Colombia. Todo esto trae esperanza y nuevos planes para muchos que han vivido toda su vida en la guerra.
Estas fotos de Fernando Vergara, desde la selva del Putumayo, fueron dadas a conocer al mundo a través de la agencia AP y de Univisión. Muestran a mujeres guerrilleras de las Farc, retratadas en agosto de este año, con uniforme y de civil, contando sus expectativas al concretarse la cercanía del fin del conflicto. TIERRA CALIENTE, a simple título informativo, reproduce algunas para que los lectores tengan más elementos de juicio.
El país es optimista frente a un posible final de la guerra, pero conviene significar que el conflicto armado en Colombia no es la única forma de violencia existente. La violencia se ejerce de muchas maneras y no es sólo atribuible a la guerrilla. La ejercieron y la siguen ejerciendo de forma despiadada grupos paramafiosos pero también el propio Estado e intereses económicos representados por multinacionales ansiosas de introducir megaproyectos que afectan la vida de miles de personas.