Salud patas arriba en Montería

Hay mucha indolencia, desatención y desinformación. No se sabe cuántas personas pudieron haber fallecido por culpa de este caos que no cesa. Las EPS que recibieron los «cadáveres» de los que en vida se llamaron Saludcoop  y Cafesalud, están metidas en tremendo lío,  según los entendidos.

Montería.- Enfermarse en estos tiempos en que la crisis de la salud ha colapsado, es un muy mal negocio.
Pero como los males llegan y no se pueden evitar, tampoco hay que cruzarse de brazos para decidir acudir hasta una EPS que lo atienda prontamente.
Y allí empieza el viacrucis.
Salones inmensos repletos de gente, que semejan la presencia de espectadores para ver una película o para escuchar una conferencia, se agolpan en EPS y en IPS en busca de una cita médica, de una orden para sacar muestras de laboratorio, para reclamar medicinas, para solicitar cita con un especialista o para implorar que le programen una cirugía, son de común ocurrencia.
Largas horas esperando un ficho y cuando lo obtienen deben emprender casi seguramente un segundo calvario en otro lugar por alguna razón baladí.
Mientras tanto los males aumentan, el dolor se agudiza, la desesperanza crece y la paciencia se agota.
Durante una época se registraron muchos suicidios en varias regiones del país e hizo carrera una frase que dejó escrita un hombre antes de lanzarse al vacio desde un octavo piso: «Dicen que el que se suicida es un valiente, entonces el mundo está lleno de cobardes».
Pues bien, en medio del montón de gente anónima que acude a las depemden
cias de salud, hay muchísimos que no necesitan pegarse un tiro para demostrar su supuesta valentía, sino llenarse de valor y paciencia para soportar tanta indolencia y desgano.
En enero de 2013, la Superintendencia Nacional de Salud ordenó medida preventiva de vigilancia especial a Cafesalud, medida que fue prorrogada en cinco ocasiones antes de hacerse cargo de la población de Saludcoop que culminó con el cierre definitivo de ambas. Porque Cafesalud no mostró nada favorable en su gestión administrativa, financiera ni en lo asistencial de protección a la salud y atención a la enfermedad de sus afiliados.
Esta es una dolorosa historia que se repide todos estos días y no parece tener fin. Se sabe que muchas personas han fallecido o se han agravado por la falta oportuna de atención. Los que más llevan del bulto es la gente pobre que no tiene carro, ni cuenta bancaria, ni casa propia y sobretodo aquella gente que viene de las veredas y coirregimientos, que hace peripecias para conseguir el pasaje y viajar fallidamente.

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