Un enjambre de instituciones van y vienen hablándonos de convenios, tratados, leyes, resoluciones, bla-bla-bla…pasan frente a los problemas y no los ven…
Por estos días la National Geographic ha puesto a circular el documental con el actor Leonardo DiCaprio, Antes que sea tarde, sobre cambio climático.
DiCaprio, viaja por todo el planeta constatando en el terreno los hechos denunciados y documentados por los científicos que han asumido la tarea de prender las luces de alerta sobre el problema, que no da más espera. Esta situación que ya no se puede ocultar puesto que sus consecuencias hacen parte de la vida cotidiana en diversas partes del planeta, no es ajena a la ecorregión de la Mojana, donde existimos.
Nuestros humedales están reducidos a nada, las quebradas y ríos, están cargados de metales pesados, tóxicos, sedimentos y mierda, los bosques cada vez son menos y por ende la fauna e ictiofauna. La vida se hace más penosa y las enfermedades más frecuentes.
Un enjambre de instituciones locales, regionales, nacionales e internacionales van y vienen hablándonos de convenios, tratados, leyes, decretos, resoluciones, acuerdos, circulares, bla-bla-bla…pasan frente a los problemas y no los ven, la gente denuncia los hechos y no escuchan, es un auténtico aquelarre de brujos y brujas, sin “poder” y sin ganas de enfrentar el “mal” o “el bien” de unos pocos en contra de los intereses de muchos. Cambian de discurso de acuerdo con quien les paga. Da lo mismo.
El tiempo pasa y arrastra consigo en sequías e inundaciones, ventarrones y hambrunas, lo que va quedando, que es cada vez menos. Las víctimas son las de siempre, los pobres, condenados a montarse encima de los caños, ríos , humedales y quebradas, a recostarse en la ladera de las montañas a esperar la tragedia anunciada e ignorada por los poderes públicos y la solidaridad privada. ¡Una locura!.
DiCaprio, termina su documental en las Naciones Unidas, pasando por el Vaticano y la Casa Blanca, escuchando a los “líderes” del planeta, para recuperar la esperanza, pero estos escenarios se ahogan en el compromiso con los poderes establecidos que son los mismos que causan el problema y que dilatan respuestas y soluciones. Cuando despierten puede ser demasiado tarde.
El Papa Francisco en su carta encíclica Laudato Si sobre el cuidado de la casa común,(la tierra) invoca una urgente y profunda revolución cultural, que, en nuestro caso, debemos comenzar ya en la ecorregión de La Mojana, antes que sea tarde.