Promesas incumplidas

Muchas  zonas veredales carecen de servicios básicos  para vivir decorosamente como se prometió a la guerrilla.

Por los afanes del presidente Santos de implementar los acuerdos de La Habana con las Farc sin ninguna planeación, se vienen presentando disidencias entre guerrilleros y mermelados allegados al Gobierno, a las políticas de la mal llamada Jurisdicción Especial para la Paz, JEP. A esta hora muchas zonas veredales no están diseñadas para que los guerrilleros se sientan a gusto, pues carecen de servicios básicos para vivir decorosamente con tal de dejar las armas. Es por ello que ya hay centenares de excombatientes que las abandonaron para incorporarse a grupos ilegales, que les pagan más de lo que les ofrece Santos.

El caso patético es el que presentó una reportera de RCN, que arriesgando su vida,entrevistó a Walter Arizala, “alias Guacho” comandante de un grupo de guerrilleros, dejando sin piso lo expresado por Iván Márquez, quien dijo que era paramilitar y por Juan Manuel Santos, quien ofreció recompensa de $250 millones para quien lo entregara vivo o muerto por ser el supuesto autor de la muerte de 6 campesinos recolectores de hojas de coca, en contraposición a lo que dicen testigos presenciales y sobre vivientes, quienes testimoniaron que fueron miembros de la Policía, los que dispararon contra los indefensos campesinos. Guacho dijo que militó 10 años en las Farc en el Alto y en el Bajo Mira; estuvo 4 meses en la zona veredal El Playón, de la que desertó por falta de garantías e incumplimiento de la promesa oficial. La masacre de 6 campesinos y más de 20 heridos, es resultado de la mala implementación de los acuerdos con las Farc. No se les puede quitar la siembra a los cultivadores de coca sin antes darles el sustento necesario para dejar esos cultivos. Pero como el presidente gringo Trump amenazó con descertificar a Colombia por la super producción de áreas cultivadas de coca, Santos está obligando al campesinado, bajo vigilancia policial y militar, a erradicar manualmente y asi no hay comida ni paz. Y qué decir de la JEP. Pues que ya la enmermelada Corte Constitucional la aprobó, blindándola por 12 años. Los 3 próximos presidentes no podrán tocar lo acordado con las Farc en La Habana, lo cual subirá la arrogancia de Timochenko y sus secuaces del Secretariado en las fotos que diariamente publican como partido político. Ahí se puede ver cómo se va despejando el camino para llegar, si no lo impedimos, a Venezuela y a Cuba.

Comparte esta noticia con tus amistades:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *