Montería.- Gracias a la dinámica que hoy por hoy imponen los diferentes grupos financieros nacionales e internacionales, el Banco Corpbanca hasta hace pocos días vestido de azul y aficionado a la cueca y la tonada chilenas, se fue con su música a otra parte y cambiará sus atuendos conservadores por otros más alegres y vivos como la samba y el color naranja. Y todo porque el nuevo dueño se llama Itaú, nombre que en el hermano país del Brasil, representa nada menos que al banco privado más grande de la tierra de Pelé. Itaú posee 46.572 cajeros electrónicos y nada menos que 4.955 oficinas en países de Asia, Europa y toda América. Además, como Grupo, es el quinto en Colombia y el sexto como banco.
Para fines de este noviembre estaba programado el cambio de vestimenta en todo el país incluyendo la sede que en la esquina de la Carrera Segunda con la Calle 29, posee en esta capital, bajo la dirección de la economista santandereana, María Edid Becerra Osma.
Itaú arranca en Colombia con 187 oficinas y puntos de atención.
Es probable que su proceso de integración y posicionamiento en nuestro país se extienda hasta marzo del año entrante, tiempo durante el cual se conocerán los alcances de sus productos y servicios y su red de atención mucho más ampliada.
La raíz de esta agencia bancaria proviene del desaparecido Banco Comercial Antioqueño, cuya cabeza visible fue Vicente Uribe Rendón, un paisa emprendedor de «machete, carriel y ruana» el mismo que tuvo una hacienda famosa frente a Caucasia llamada La Uribe, que luego vendió, más tarde adquirida por mafiosos; finalmente el Gobierno decretó su extinción de dominio y actualmente está dada en comodato al Municipio y entregada en parcelas a campesinos desplazados y víctimas de la violencia.
El banco fue adquirido por españoles y se llamó en adelante Santander. El rojo fue su color emblemático; luego vinieron los chilenos, identificados con el azul, hasta la llegada del naranja de Itaú.
El cambio de dueño se produce en momentos en que la sede bancaria de Montería registra 2.663 cuenta habientes que han disfrutado del acceso a la mayor parte de los avances tecnológicos para lo cual no tienen necesidad muchas veces de acudir de cuerpo presente a sus oficinas sino adelantar trasacciones a distancia.
