Tengo amigos que no se visten de saco ni chaqueta centenarista, como calificó Darío Echandía a los liberales que solo pensábamos en el trapo rojo sin renovar ideas.
Así se califica mi admirado y respetable escritor Juan José Hoyos, recientemente distinguido con el premio nacional de periodismo Simón Bolívar a la vida y obra de un periodista. Se siente mi copartidario liberal pero entre comillas, que de todos modos es cierto porque es un hombre de amplias ideas liberales.
Como Juan José tengo muchos amigos que no se visten de saco ni chaqueta centenarista, como calificó Darío Echandía a los liberales que solo pensábamos en el trapo rojo sin renovar ideas.
Rafael Cervantes Bossio sigue siendo ese hombre de ideales avanzados que nunca han menguado la amistad a pesar de mis insólitas, injustas y agraviantes rabietas. Don Rafa es el más grande amigo y copartidario, también “liberal” entre comillas quien se ha constituido en mi guía, maestro y alineador de mis escritos. Más de 40 años de mi admiración.
Son muchos los amigos de las ideas de izquierda que pueden ser las mías, con los que he tertuliado intercambiando pensamientos comunes. Y los hermanos godos furibistas como Olegario Lopera, Eduardo Moreno Vélez a quienes les agradezco un almuerzo de camaradas conmemorando mis primeros 90 años. En el Bajo Cauca liberales, conservadores moderados, furibistas, Fajardistas, Varguistas y de otras tendencias que a veces no puedo mencionar pues colgaron las armas esperanzados en el afincamiento de esa paz que reclama nuestro campo marchitado con la sangre de nuestras gentes buenas.
Saludar a los que a diario comparten saludos e inquietudes como Danilo Rodríguez, puntal de Tierra Caliente, Guillermo Toro, Luis Enrique Cano, Álvaro Chedid, el periodista estrella de mi pueblo; Farley Lemos, inteligente y esforzado comunicador en cátedra permanente con la comunidad, Luciano Zapata, el leal, inquieto lector y a veces nervioso amigo, Carmelo Rodriguez, en lucha permanente por El Tábano. Son tantos. Y el espacio se llena para terminar con un inmenso abrazo a mis copartidarios «liberales».