El presidente Juan Manuel Santos completó ocho años prometiendo un buen salario mínimo. El año que más subió fue este último con el 5.9%, que a la hora de la verdad es pequeño. Se nos vienen gastos de todo lo que afecta la calidad de vida de los trabajadores.Subió el IVA al 19%, los pasajes, los colegios, los servicios públicos y mil cosas más, que no se alcanzan a pagar con $781.242.oo. Y lo inaudito: a los congresistas, corruptos en su mayoría, autorizó un incremento de 7.7% quedando su sueldo en $29.800.000.oo. Y lo que más duele, es que les queda pulpito, ya que no tienen que pagar apartamento en Bogotá, ni escoltas, ni vehículo blindado, ni gasolina, ni celular, ni alimentación y sólo trabajan 7 meses y reciben prima de junio y de Navidad, además de tiquetes aéreos y 50 salarios mínimos para sus asesores. Da mucha rabia esta inequidad. Con razón los guerrilleros de la cúpula de las Farc, quieren llegar a gozar de estos beneficios que les proporcionó Santos para llevar el país a la debacle.
Ante la inseguridad reinante donde todos los días se registran muertos, víctimas de atracadores, sicarios, fleteros, apartamenteros, ladrones de carros y de raponeros, por lo que no hay paz, el presidente Santos ordenó a Mindefensa y a Ejército y Policía enfrentar esta ola de inseguridad. Lo paradójico es que el mismo presidente Santos es en gran parte responsable, al indultar y sacar de las cárceles a más de 4.000 guerrilleros, para cumplir el acuerdo de La Habana y subsanar las fallas en las zonas veredales, por lo que salieron en su mayoría a delinquir. También ha permitido que la justicia no sea capaz de mantener presos a muchos rateros que al ser recapturados “in fraganti”, se descubre que tenían casa por cárcel.
No puedo pasar por alto el dolor que me produce el sufrimiento de Venezuela bajo el régimen de Maduro,que los tiene buscando sobras de comida en los basureros para no morir de hambre. No entiendo cómo los organismos internacionales no han intervenido en defensa del sufrido pueblo.
