Montería. La ex viceministra del Interior, Sandra Patricia Devia, encontró en cuidados intensivos los escuálidos recursos del departamento de Córdoba, a causa de los saqueos permanentes que ejercieron sin ninguna consideración ni moral las propias autoridades encargadas de conducirlo por buen camino.
La presencia de la funcionaria capitalina se produjo por orden del presidente Juan Manuel Santos al promediar enero para que se encargara de la Gobernación después que la Procuraduría suspendió por tres meses al titular del Palacio de Nain, Edwin Besaile Fayad, supuestamente involucrado en el llamado «Cartel de la Hemofilia», otro eslabón de la cadena de vergüenzas a que ha sido expuesta esta sección del país.
Besaile habría pagado más de $1.500 millones a la IPS San José de La Sabana S.A.S para la atención de 14 falsos pacientes diagnosticados con hemofilia. La clave de esta acusación la tiene el ex gobernador Alejandro Lyons, antecesor de Besaile, también seriamente involucrado en otros escándalos que generaron su actual encarcelamiento y el de más de una decena de personas.
Se cree que, de la misma manera que se inventaron este desangre, hay otros escándalos que están a punto de ser revelados y que comprometerían a otra numerosa cantidad de funcionarios de alto y mediano turmequé.
Llama la atención el cinismo con que estos gobernantes de pacotilla exteriorizaban «su preocupación» por la desatención del Estado hacia Córdoba. O se «lamentaban», con cinismo extremado, de figurar siempre en los últimos lugares de las estadísticas de desarrollo y progreso.
En muchos sectores de Córdoba, especialmente en Sahagún -de donde es oriundo el gobernador Besaile- no se explican cómo pudieron caer tan bajo, si se tiene en cuenta que otros hijos de ese municipio llamado «Atenas de Córdoba», han caido en desgracia por censurables actuaciones como Otto Bula, el Ñoño Elías y Musa Besaile, hermano del mandatario seccional. Y un dato más infame: la casi totalidad de los sahagunenses que alcanzaron representación parlamentaria, sufrieron penas de prisión por cometer ilícitos contra el Estado, principalmente, o por paramilitarismo.
El «Cartel de la Hemofilia» consiste en drenar cuantiosos recursos de la salud hacia bolsillos particulares al simular el pago de complejos tratamientos ‘recibidos’ por falsos pacientes que nunca han sido diagnosticados con patologías costosas, como la hemofilia.