El Gobierno dijo que fueron las elecciones más tranquilas de los últimos años. Pero al día siguiente hubo protestas en los cuatro puntos cardinales del territorio nacional, lideradas por perdedores inconformes debido al margen estrecho de muchas votaciones. Aunque muchos clanes y castas regionales se llevaron su ponqué respectivo, en otros lugares se rompió su hegemonía y los resultados hicieron añicos los pronósticos de victorias seguras.