Ciudad de México.- Sin tanta alaraca y sin mayores aspavientos, el nuevo presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sigue conquistando el corazón de sus gobernados. Una concentración cumplida en el emblemático Zócalo del país azteca sirvió de escenario para un balance de la gestión presidencial llevada a cabo por el gobernante de centroizquierda. En su balance indicó que la llamada reforma educativa del gobierno anterior fue revertida, la política energética fortaleció la estatal Pemex y la Comisión Federal de Electricidad; y el gobierno cumplió con su promesa de no aplicar medidas represivas contra movimientos sociales. Y, además, los ha escuchado. Se fundamentó en el combate a la corrupción, una reorientación presupuestaria con fines redistributivos, un política energética soberana y una política exterior que retomó los principios de la diplomacia mexicana. Además de una política austera en la casa de gobierno que llevo a reducir los gastos de 3600 millones a 800 millones. Redujo viajes internacionales de su gabinete e incluso rechazado invitaciones a menos que sean de relevancia para los intereses del pais. En contraste, el presidente Duque ha viajado a 30 paises en su primer año.