París, Francia.- (Por Ignacio Guevara) En reciente viaje por Europa y corta estancia en París, decidí cumplir el viejo anhelo de atestiguar la prolífica vida artística de Henry de Toulouse Lautrec que transcurrió en el noctámbulo suburbio de Montmartre, periferia de la Ciudad Luz, y que con su genialidad plástica e insufrible bohemia de prostíbulo, dio brillo al reconocido cabaret Moulin Rouge, entre los años 1886 y 1899. Muy poco son los rastros visibles, en Montmartre, de este pintor francés que deambuló entre la plástica del llamado impresionismo con su gran camarada Vicent Van Gogh, a la sazón llegado de su natal Holanda. Ambos disfrutaron allí del buen licor y rameras que posteriormente sirvieron de inspiración a Lautrec para plasmar con sus pinceles el acontecer de las cabareteras y vivir la “sabia lascivia y concupiscencia que se esconden bajo las apariencias caballerosas de un hombre de mundo”, según denominaba Van Gogh los prostíbulos que florecían por entonces en el Barrio Rojo de Pigalle, donde el español Josep Oller construyó entre otros los cabaret Olimpia, Nedville y Moulin Rouge, el más famoso en la historia nocturnal de Montmartre.
Con mis compañeros de viaje quisimos conocer la vivienda en París, antes de que Lautrec pasara a vivir en el suburbio en cuestión, en 1884. Hoy solo existe una casa común donde nos ofrecieron servicios de odontología y sastrería. Allí no hay rastro del gran pintor impresionista que provino de una estirpe noble francesa, hijo del Conde Alphonse de Toulouse y la Condesa Adéle Tapié de Celeyrán. Henry nació en 1.864 en un palacio medieval conocido como “Hotel du Bosc” distrito de Albi, centro de Francia. Con su madre Adéle, fueron abandonados por el progenitor después de que el niño, víctima de una caída, sus piernas dejaran de crecer y quedara deforme. Así Henry Toulouse pasó de la nobleza y un palacio a los prostíbulos de Montmartre.
Con mi familia quisimos asistir a alguna exposición permanente o de temporada en París, pero acababa de culminar una reciente. Nos obstante me debo confesarme “fans” de este genial impresionista, deforme físicamente, entregado al licor en sus últimos días, pero con un legado de 600 obras maestras. Víctima de apoplejía y paralizado medio cuerpo, muere en Mairome en 9 de septiembre de 1901.