Más de 7.500 millones de habitantes del planeta Tierra atrapados sin salida por virus letal. Van más de 60.000 muertos. El terror se apodera de las grandes ciudades. El presidente Trump, quien subestimó el ataque viral iniciado en China calcula que solo en Nueva York morirán mas de 100 mil personas. Con los calzones abajo el virus sorprendió a Italia y España. Igual le pasó a Sebastian Piñera en Chile y a Lenin Moreno en Ecuador mientras que en el Brasil la indolencia del Presidente Bolsonaro y su abultado número de víctimas está a punto de costarle el cargo. Un contingente de científicos busca reanudar nuevamente la creación de una vacuna mientras la población entera se queda confinada voluntariamente dentro de sus casas para evitar el ataque viral.
Bogota.- Tal como ha venido evolucionando el Covid-19 se estima que antes de culminar el mes de abril, el mundo estaría dando cuenta de la muerte de más de 100 mil seres humanos asentados en 182 países. Marzo concluye con el control del mar en China hasta el punto que se prepara para levantar la cuarentena en la provincia de Wuhan, punto de partida de la presencia del Coronavirus. Esto ocurría en momentos en que empezaban a dispararse las estadísticas de mortandad en Italia, España, Francia y en menor grado Alemania y Noruega. Pero lo que más sorpresa ha causado ha sido el descuido de Estados Unidos y la subestimación de la letalidad del Covid-19. Al iniciarse abril todo apunta a que la tierra del tio Sam desbordará todas las estadísticas de muerte debido a la prepotencia del presidente Donald Trump, preocupado más por su reelección que adelantar una dotación de emergencia para los hospitales y centros de salud. Los grandes hospitales y clínicas son para los potentados, no para la clase obrera ni para la clase de migrantes que deberán contentarse con pastillas de mejoral y juguito de limón. En latinoamérica abunda la escasez en numerosos centros asistenciales pero con excepción de Chile y Ecuador, que también se descuidaron la mayoría de los demás gobiernos, incluyendo a Colombia, intentan dar la pelea. En el caso de Brasil es también muy particular. Allí un capitan del ejercito de extrema derecha e investido de presidente no tiene idea de lo que pasa con su pueblo al menospreciar a los campesinos, a los indígenas, a los obreros y a quienes están en la comunidad LGBTI, ha dicho que solo le interesa la economía y por tanto hay que seguir trabajando con o sin Coronavirus. Una postura similar a la de su amigo Trump. De todas maneras el mundo está acorralado y paralizado: Se han cerrado temporalmente universidades, colegios, fábricas, la movilización en pueblos y ciudades. El transporte está paralizado, los vuelos aéreos suspendidos, el turismo cancelado y en una palabra la gente está resguardada a regañadientes en el interior de sus casas. No se sabe como discurra esta gran tragedia en abril. Pero lo cierto es que ya hay millones de personas que quedaron sin empleo y otras que empezaron a padecer hambre a pesar de las ayudas por decreto que han ordenado diferentes gobiernos de este maltratado mapamundi. La debacle económica es solo comparable con los comienzos de la década de 1930 cuando sobrevino la segunda guerra mundial. Para colmo de males y como es obvio, los estadios deportivos están cerrados, el fútbol suspendido, los Juegos Olimpicos aplazados, el ciclismo en Europa paralizado. Mientras, los creyentes de diferentes religiones invocan a sus dioses para que terminen prontamente estas calamidades. Cabe anotar que Trump cuando sintió rechazo de la opinión pública al descuidar la emergencia sanitaria que se le venía encima revivio la amenaza contra Venezuela al señalar que enviaría barcos y aviones de guerra a la costa caribe del hermano país para contener el supuesto flujo de droga hacia el país del norte. De esta manera volvió a pisar arenas movedizas porque el verdadero tráfico está en el Pacífico. Además el huesped permanente de la Casa Blanca mantuvo el bloqueo infame de alimentos, medicinas y repuestos que necesita la industria venezolana para su desarrollo. Este mismo bloqueo lo mantiene sobre Cuba, un pueblo que a pesar de esa limitación ha persistido en prestar ayuda sanitaria a más de 25 países, enviando contingentes de medicos y enfermeros cubanos para darles una mano a Italia, a España, a las islas caribeñas. Como si fuera poco las cuentas bancarias internacionales de Venezuela tambien están bloqueadas en otro intento por darle un tatequieto a dos paises que solo intentan ejercer su soberanía y quitarse de encima a los terceros les den órdenes y saqueen sus riquezas.