Usuarios de Twitter, Instagram y Tiktok se unieron para boicotear el lanzamiento de la campaña de Donald Trump en un estadio de Oklahoma.
Tulsa, Oklahoma.– En un estadio con capacidad para 19 mil espectadores, se organizó el lanzamiento de la campaña de reelección de Donald Trump pese a las restricciones sanitarias establecidas por el Covid-19. La entrada era gratuita, pero había que reservar por la web para asegurar el puesto. Pocos días de haber abierto el registro al evento, el número de reservas alcanzó la capacidad del estadio y seguía subiendo de forma exponencial. El equipo de Trump anunció que habilitaría pantallas externas cuando se alcanzó el millón de reservas. De esa manera los que no pudieran entrar podrían ver la transmisión desde afuera. El actual presidente y sus colaboradores no disimulaban su emoción por las estadísticas, afirmando que sería un evento legendario. Incluso en los medios anunciaban con júbilo la alta afluencia de personas que se apuntaron para apoyar a Trump. Pero el día del evento la historia fue otra, pasaban las horas y el estadio no se llenaba, el total de personas no llegaba a los 10 mil, nadie entendía nada. Afuera la cosa no iba mejor. Ya era hora de que Trump saliera a dar su discurso y cada espacio vacío en las gradas era un golpe a su campaña luego de ufanarse previo al evento. Esto fue producto de una campaña por redes sociales donde miles y miles de jóvenes realizaron reservas, pero no asistieron. Lo que sería el impulso inicial de la campaña de Trump, se convirtió en fuente de memes y burlas por parte de sus opositores. Esto es un reflejo del descontento de los estadounidenses por la falta de liderazgo y mala imagen de la actual administración.