Piden renuncia a presidentes

En la cuerda floja Chile, Guatemala, Brasil y Colombia. Por diferentes razones pierden importantes apoyos de sectores populares

(Envío especial).- Cuatro presidentes latinoamericanos han tenido que soportar la dureza de los reclamos de sus respectivos pueblos. Como si se tratara de una nueva pandemia, pero esta vez política, los mandatarios de Brasil, Chile, Colombia y Guatemala principalmente, han sentido como nunca la fuerza de las exigencias a causa de fallas protuberantes en su administración, a medidas impopulares y a descuidos en la atención de los deberes para con sus gobernados. En Brasil, Jair Bolsonaro, un exmilitar de ultraderecha que hizo imaginar a muchos observadores políticos del continente que se trataba de una réplica criolla de Donald Trump. Bolsonaro restó importancia a los ataques del Covid-19, especialmente a los sectores más vulnerables. La tierra de la samba encabeza las estadísticas de muertes al tiempo que descuida por completo a los incendios ocurridos en la amazonia y a la muerte de gran número de indígenas. Estos desapegos generaron una protesta unísona exigiendo la renuncia de Bolsonaro. En Chile, el presidente Sebastián Piñera no quiere entender que los tiempos de la represión del sanguinario Pinochet ya pasaron. Pero la serie de medidas aprobadas contra el pueblo contradicen su mandato hoy en plena debacle. Chile está sumido al pago de impuestos hasta de la movilización en los barrios, la respiración del aire y los bajos sueldos. Piñera enfrenta la oleada de protesta de jóvenes que reclamaban un plebiscito para hacer las reformas y cambios que requiere el país. A regañadientes tuvo que ordenarlo y el resultado fue una abultada votación a favor de este reclamo. Piñera le endilgan la responsabilidad de decenas de muertos y centenares de heridos, encarcelados y desaparecidos durante las protestas que desde octubre del año pasado conmovieron al pais austral. Por eso el pueblo también le pide que se vaya. En Colombia, después de una reducción de la violencia de más de 60 años, en acuerdo de paz firmado por la guerrilla de las Farc y el gobierno de Juan Manuel Santos, pareció atemperar la ocurrencia de tantos males incluidos las desapariciones y secuestros. Pero la dicha duró muy poco y el proceso está proyectado para varios años. Se fue a pique con la llegada del presidente del partido ultraderechista del Centro Democrático, Iván Duque, quien como candidato había anticipado que volvería trizas el acuerdo y aunque luego trato de minimizar esas amenazas, la evidencia de los hechos fue muy elocuente. En pocas palabras, con Duque renacieron los secuestros, las desapariciones, el asesinato de líderes indígenas, afrodescendientes y campesinos. Con el agravante que también se llevaron por delante a los exguerrilleros que habían entregado las armas, firmado la paz y acogerse al texto del acuerdo. Uno a uno han sido asesinados por la espalda mientras desde hace más de un año se gestó la protesta de jóvenes estudiantes que exigían respetar el acuerdo de paz, mayor inversión para las universidades, mejores salarios para obreros y trabajadores y una verdadera reforma agraria que reivindique al hombre del campo. Quienes han conducido este movimiento, el presidente no quiere oír, no quiere dialogar, y parece que gobernara otro país. Su renuncia también fue solicitada por sectores progresistas del congreso. En Guatemala se aprobó el presupuesto del año entrante a espaldas del pueblo. El conciliábulo con la anuencia del presidente Alejandro Giamatei se discutió y se aprobó al amanecer un presupuesto en cuya discusión no estuvieron presentes los sindicatos, los voceros de los pequeños comerciantes, de los campesinos, de los indígenas y otros sectores importantes del hermano país centroamericano. La furia popular no se hizo esperar; una improvisada manifestación exigió la renuncia de Giamatei mientras que otro grupo más beligerante promovió el incendio de la institución. La protesta de un país azotado por la pobreza, por el desempleo, por la pandemia y por los ataques de fuertes tormentas. El vicepresidente Guillermo Castillo le pidió al mandatario que renunciaran los dos conjuntamente para paliar la protesta, pero no lo quiso así y el problema sigue vigente. En el Perú y Ecuador también se han presentado graves problemas, pero la posibilidad de elecciones en abril ha amortiguado el desespero de la gente.

Sebastian Piñera, presidente de Chile..
Alejandro Giamatei, presidente de Guatemala.
Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.
Iván Duque, presidente de Colombia.
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