Medellín.- Analistas y observadores autorizados estiman que la licitación del contrato para la construcción de la segunda fase de Hidroituango está marcada por la incertidumbre debido a la accidentada propuesta del Consorcio Ituango PC-SC, que podría dejar el megaproyecto en el limbo por algunos años. La cruz del asunto comienza con el grupo EPM, encabezado por el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, al desdeñar los informes y sugerencias de instituciones y personas influyentes en los procesos energéticos de la región paisa y la nación que recomendaron continuar las siguientes fases con la firma Consorcio CCC Ituango ante el buen trabajo y cumplimiento en las etapas 1 y 2, dentro de las posibilidades que le facilitó el contratante EPM. La encargada de las etapas mencionadas terminó su contrato en noviembre del año pasado y no se le dio espacio normativo para proseguir el proceso hidroeléctrico. En el argot popular del momento se dijo que a la firma CCC Ituango, el alcalde Quintero “la saco por la puerta de atrás”. Para la nueva licitación se presentaron inicialmente10 firmas oferentes para la construcción de obras civiles y montaje de turbinas de las etapas 3,4,5,6,7 y ocho, nueve de ellas descalificadas o que retiraron sus propuestas por diversos motivos y finalmente solo que de oferente el Consorcio Ituango PC-SC compuesto por las firmas Powerchina International Group Limited, extranjera, y la colombiana Schrader Camargo SAS, hasta el momento cuestionada la colombiana por falta de experiencia en la construcción de obras de la naturaleza termo e hidroeléctricas. Esta contingencia ha causado problemas de toda índole en la adjudicación, que ponen en vilo la culminación de la megaobra esperanzadora del futuro potencial en al generación de energía eléctrica no solo para Antioquia si no para el país. Los observadores del cuestionado proceso señalan que en el caso inciden intereses políticos del actual estamento que administra los asuntos de la municipalidad, “o distritalidad”, sic, de Medellín. Al único oferente se le dio plazo de varios días para que Schader Camargo corrija el pliego de la licitación en los referente a su experiencia, tiempo que ya se cumplió y queda en espera de la decisión de Empresas Públicas de Medellín. Sobre el particular el contratante expidió el siguiente comunicado: “El grupo EPM anuncia que el miércoles 22 de febrero de 2023, el oferente Consorcio Ituango PC-SC, conformado por las empresas Powerchina International Group Limited y Schrader Camargo SAS dio respuesta al informe de análisis y conclusiones realizado por EPM. Dentro de los tiempos contractuales entregaron información complementaria para acreditar la experiencia requerida. A partir de la fecha, el Grupo EPM iniciará el proceso de revisión y análisis de toda la documentación entregada, relacionado con el proceso de construcción de las obras civiles finales del proyecto Hidroeléctrico Ituango, -unidades de generación 5 a la 8”. No obstante, el contratante EPM, informó que Schrader Camargo fue ya contratada e inició oficialmente el proceso constructivo de las obras civiles finales de las turbinas 3 y 4 que deben entregar electricidad antes del 30 de noviembre de 2023. Quiere decir esto que EPM está obligada a poner en funcionamiento las turbinas 3 y 4 de la mencionada central hidroeléctrica una vez el constructor entregue las obras civiles que son el fundamento para la operación de las turbinas 3 y 4. Así pues, la culminación de la hidroeléctrica Ituango, dada su incertidumbre queda públicamente como otra “Torre de Babel” que podría ventilarse favorablemente si EPM acepta la corrección de las condiciones que impuso a Schader Camargo, socia, en este trabajo, de la China Power International Group, para llegar a la terminación de las obras para obtener plena operación de las turbinas 3 a la 8 que generarían 2.400 megavatios con un costo final de $17.6 billones y un aporte del 17 por ciento de la energía que consume Colombia. A finales del año 2021 el costo estimado estaba en $18.3 billones, pero descontado el pago de los seguros quedaría en la suma estimada en el 2021, vale decir que hay un ahorro (?) de 661 mil millones de pesos. Pero dados los últimos acontecimientos que llevan a la incertidumbre la finalización del megaproyecto, se torna impredecible su costo por los factores de tiempo de construcción y los vaivenes del precio del dólar.