En un evento simbólico donde se entregaron 8.430 hectáreas de tierra a campesinos en el departamento de Córdoba, el gobernador Erasmo Zuleta Bechara hizo un llamado al presidente Gustavo Petro para colaborar en el cierre del ciclo de las negociaciones realizadas en Santrich, en 2004, con las Autodefensas Unidas de Colombia.
El gobernador manifestó su disposición para abordar este compromiso, recordando que los acuerdos previos han quedado en letra muerta, dado que las víctimas no han recibido la reparación que merecen.
“Hagamos una mesa de diálogo, presidente, donde podamos concluir el Acuerdo de Ralito y garantizar así la reivindicación de las comunidades en esta región y de las víctimas. Espero que las conversaciones que usted está teniendo con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, también conocido como el Clan del Golfo, no se limiten a un intercambio con sus líderes en privado,” afirmó Zuleta Bechara.
Además, propuso la creación de una comisión que viaje a las localidades que en el pasado padecieron las consecuencias del paramilitarismo, para dialogar directamente con sus comunidades afectadas. “Visitemos lugares como Villanueva, Saiza y Versalles en Uré, y asegurémonos de que las comunidades sean parte activa de estos diálogos para que podamos establecer compromisos claros y responsables que garanticen la paz en Córdoba,” añadió.
El presidente Gustavo Petro respondió rápidamente, indicando que su gobierno está abierto a retomar esas negociaciones, considerándolas igualmente inconclusas. Mencionó que este proceso podría incluir a varios exjefes paramilitares con el propósito de alcanzar una verdadera reparación colectiva a las víctimas. Para ello, anunció la emisión de documentos legales que permitirán la delegación y reanudación de las negociaciones de paz.
“Voy a expedir esas cartas y confío en que sirvan para instaurar un proceso real, esta vez sin traiciones y donde se conozca completamente la verdad,” comentó el presidente Petro.
